La vida es pura evolución. Eso pensé el domingo cuando sonó el teléfono y era mi querida amiga María Jimenez que me llamaba para proponerme dar un paso más hacia esa evolución. Una evolución totalmente alineada con mi propio propósito de vida y con la forma en la que me vivo a mi misma.
Como decir no a @María Jiménez con una propuesta cargada de tanto amor, confianza y pasión. – Marisol vente conmigo y con Sandra para coordinar la Delegación de Mujeres en Gastronomía en Madrid. María que voy, y por favor agárrame fuerte porque cuando me envalentono no tengo freno y esta vez me quiero medir, pero sin duda mi respuesta es un gran SI con mayúsculas.
Cuando un@ confía desde lo profundo, la vida se pone al servicio y con ello toda esa maquinaria interna que ya iba trabajando en dirección hacia lo mismo aunque ni siquiera se percibiera.
Así que desde aquí y con orgullo os comparto que desde el pasado lunes, formo parte de este gran equipo liderado por Maria José San Román y otras mujeres poderosas, enfocadas en visibilizar ese talento femenino tan abundante que poseemos en nuestro sector y en nuestro país, que como todo nace desde El Origen y va hacia el Propósito, desde la Semilla a la mesa, al placer y la felicidad de la degustación, del compartir vida en una mesa.
Una trazabilidad humana que parte de la madre tierra, y que va pasando por muchas facetas, como la siembra y la recogida de cosecha, y que tiene un fin no solo de saciar una necesidad básica, sino también de completar el amplio mundo social y cultural.
Gracias MEG Mujeres en Gastronomia por confiar en mi. Desde ya, me pongo al servicio y con ello toda mi experiencia, para empezar por ser la nieta y la hija de quien soy, con una historia marcada también por unos pioneros que vivieron la vida con la misma pasión por esa evolución que corre por mis venas.
Un orgullo ser Marismeña de Isla Mayor (La pequeña Valencia Sevillana dicen), vivir en Madrid y dedicarme entre otras a la conciencia y a dar voz al mundo agroalimentario desde mi sector del arroz y con ello a toda una gran industria “Familia Agroalimentaria”, que necesita ahora y más que nunca, esa visibilidad y reconocimiento que tanto le debemos a nuestro linaje y nuestros abuelos.
Un sector fundamental, que se merece todo el reconocimiento de nuestra sociedad y que ha estado en las peores crisis y momentos. Sin duda es el momento de la acción.
Por lo que aprovecho para hacer llamamiento a todas mis colegas del sector, que quieran unirse a esta visibilidad, dentro de Mujeres en Gastronomía https://asociacionmeg.es
A todas y a todos (los hombres que nos quieran apoyar son muy bien recibidos) OS ESPERO.